Cenotes
Uno de los atractivos que distinguen al Estado de Yucatán son los cenotes, cuyo término proviene del maya “dzonot”, que significa “cavidad con agua”. Los cenotes son formaciones únicas en el mundo, ya que además de ser el recurso primordial para la obtención de agua fresca en la selva, éstos constituían lugares sagrados para los mayas, representando la entrada al inframundo espiritual.
La península de Yucatán carece de ríos visibles de agua ya que el suelo es calizo y muy poroso, por lo que el agua de lluvia se filtra directamente o penetra por grietas formando cuevas y ríos subterráneos, conectados muchos de ellos entre sí. Sin embargo, con frecuencia ese suelo calizo se hunde y quedan al descubierto depósitos naturales de agua dulce, dejándonos entrever el espectacular paisaje de las aguas subterráneas, verdes, cristalinas o turquesas, formando verdaderas obras de arte por su configuración de estalactitas y estalagmitas dignas de admiración.
Por tradición, los cenotes son marca distintiva del paisaje yucateco. Detalles como la luz penetrando los huecos entre rocas proyectándose en el agua transparente sirven de banquete visual para los admiradores de la naturaleza.